jueves, 30 de junio de 2011

Hermandad

El asunto es, ayer le tenia que comprar zapatillas a Nico e hicimos un acuerdo de que sean botines a cambio de hacer el esfuerzo de no hacerse pis de noche.

En la casa del padre no se hace, en la mia si.

A la mañana amaneció mojado, por lo que la charla dulcemente consistió en hacerle ver que él no demostró haber hecho algún esfuerzo y por eso no se ponia hoy los botines.

Nico rompió en llanto y balbuceaba cosas incomprensibles; Lucia agarró los botines, los colocó al lado de Nico, que hacia rato lloraba en el piso y me encaró para iniciar la defenza del desamparado:

- mami, Nico acá se hace pis porque tiene una cama muy grande, entonces no llega al baño, vos le estás pidiendo algo de mucha dificultad, él siempre quiso botines, vas a ver que va a cumplir con el trato pero hoy se los dejás poner, si? (Giró sobre su eje, miró a Nico y le dijo, tranquilizate un poquito que yo le estoy explicando a mami, si gritás asi no me puedo concentrar)

Bien, luego de ese monólogo debo recordar que Lucía tiene 3 años, que está claro que lo de Nico no se resuelve haciendo un trato y que sólo es un elemento más para incentivarlo y, que no le permití usar los botines aunque la escena me partía el corazón.

Dicho todo esto, permiso, ahora soy yo la que va a llorar desconsoladamente buuuuaaaaaaaah!!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

cuando los nenes se hacen pis no hay castigarlos... y no hay trato que valga, eso dicen los pediatras.