Dormía lo más placenteramente posible en el vuelo que me retornaría a mí sweet home, hasta que escucho por alto parlante que la tripulación solicita la presencia de un médico. Ese es el minuto fatal, yo medio boleada aún me preguntaba, seré la única médica?
Mierda!, veo que van corriendo con el maletín de primeros auxilios hacia el asiento de un pasajero. No hubiera podido perdonármelo, quise rifar mi consciencia, pero no lo logré:
-hi, i am a Dr., esquiuuuuuusmi...
Había una mujer mayor con una crisis de angustia y un pequeño derrame nasal?, no, no puede ser que me hayan molestado por esta boludez, es esta la urgencia?, no, es por allí!, hombre mayor, color verde, sudoroso, frío, que respiraba con dificultad y yo, pensando una y otra vez, esto no puede estar pasando.
-necesito trasladarlo a un sitio donde pueda colocarlo horizontalmente, por favor, ayudenlo a llegar.
El Sr. yacía allí en el piso de la cocina del avión, todos me hablaban al mismo tiempo, yo me abstraía, quería descartar que no se tratara de un infarto, me pasaban aparatitos digitales que no tenía idea de cómo funcionaban, los probaba sobre mí, chango, habilitá un estetoscopio y un manguito de hospital para tomar la presión, en lugar de estos aparatos que son de la NASA.
En eso aparece otro hombre diciendo que era médico, yo también soy médica! Te tomaste tu tiempo para apersonarte!
-es que hace como 30 años que no hago medicina asistencial, soy psicoterapeuta, ud. Dra?
-psiquiatra
-ah, estamos en el horno, sabés la de otros médicos que deben estar haciéndose los boludos en este vuelo? Y a ud. Dra. se le da por jugar con todos los aparatitos en su cuerpo?
-Che! Media pila!, venis cuando se te canta y me gastás?!, quedate tranquilo (yo psiquiatra, disciéndole a un psicoterapeuta que se quede tranquilo, bizarro), no estoy jugando con los aparatitos digitales, estoy haciendo un curso acelerado!, lo único que no te autopruebo es el desfibrilador, ponele, vamos a trasladarlo a algún lugar más cómodo, podría ser a primera, no?
El Sr. fue a parar a primera, me ofrecieron lo mismo pero desistí, le cedí mi lugar al otro médico.
La jefa de la tripulación, un divinor de mujer (el resto también fueron todos divinores), me decía que le preocupaba el color verde esperanza del Sr. y yo le decía que estaba estable (si no pensara eso le hubiera dicho que aterrizáramos antes, pero de todos modos en ese momento estábamos sobre el océano). Insistió en si yo quería viajar en primera pero había un sólo asiento, ante mi negativa me preguntó mi número de tarjeta de millas, lo qué?, no, no tengo eso, insistieron en que complete el formulario y me otorgaron 10000 millas.
Aterrizamos todos.
Vivos.
3 comentarios:
10000 millas no es poco por probar aparatitos, no?
Me pregunto: ¿cómo no te descubrí antes Jime?
Saludos!
jajajaa, todo el campo psi probando aparatitos en el cielo!
saludo!
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