Y despertás alguna de esas mañanas diciéndote que ya no querés más ser el que los demás creen conocer y esperan ver. No podrías confirmar si algún dia fuiste eso o no, pero si que en todo caso ya no es lo que querés para vos.
Y llegás a ese momento de tu vida en el que te das cuenta que seguias defendiendo valores que para el vos del aqui y ahora, ya no tienen valor.
Y te das cuenta que el dinero y todo lo material te aporta comodidad y disfrute pero no te colma espiritualmente, como creias recordar que tiempo atrás te sucedía.
Y que la cosa pasa por otra latitud - longitud experiencial.
Y comenzás a buscar tu nuevo eje, tu melodia; junto a los que estában hasta ahora, o en compañía de nuevos vínculos, quizás impensables hasta ese momento; el asunto es que, bajaste la guardia, reflexionaste, y lo observaste con un cristal de otro color.
Y te conectás con tu sensibilidad y tu guía, tu animal protector, tu primitivo...y hay dolor pero, parece que también se siente bien.
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