domingo, 22 de abril de 2012

Vidas y vidas

Y la señora contaba sobre sus orígenes de pueblo del interior, con costumbres deteneidas en el tiempo. Hacía un paréntesis en su crianza en colegio religioso y su participación activa en eventos que allí se realizaban. Describia la conformación de una familia y los "debes" de cada uno de sus hermanos, incluida ella. Y como si hubiera realizado un salto cósmico se acercó a sus últimos años de vida describiendo sobre la maravilla y la complejidad de sus años de matrimonio, ahora narrados como recuerdo porque pese a todas sus convicciones sobre la vida, ella realmente creía que uno se casaba para toda la vida, se había divorciado. Y hacía otro breve paréntesis sobre la trascendencia de ese proceso en su familia, hecho que inclusive alguna vez le había hecho experimentar la marginalidad y desprecio de aquellos religiosos con los que había crecido. Y así mostraba su aparente fortaleza de humanidad y su extremadamente pequeño y precario desarrollo emocional, área que fantaseosamente habia creido acompañar a lo largo de toda su vida y que muy por el contrario, había guardado en una caja bajo un centenar de candados. Y así andaba por la vida. Y me dio mucha pena, comprender que a fin de cuentas, esa era la escena sobre la vida, que ella había elegido desarrollar.

Detalles en los que me apego

La cinta que utilizo para atar la colchoneta de yoga, que es una que vino envolviendo una caja de bombones boutique, que recibi (de alguien que adoro), en la clinica cuando nació mi hija.

sábado, 21 de abril de 2012

Ganesha es un estado de consciencia

El Señor Ganesha es uno de las más reconocidas manifestaciones arquetípicas. Cada aspecto de su apariencia, manifiesta una facultad de la más alta conciencia. Él tiene una enorme cabeza porque es un profundo pensador, y - al tener la suprema habilidad de ir más allá del diálogo interior - escucha la mente del cosmos. Sabe que la razón de estar más allá de su actividad mental es el fundamento de la existencia que está más allá de la inteligente actividad del Universo. Sus abanicantes enormes orejas lo señalan como un profundo auditor. Él escucha con los instrumentos de la carne, la mente y el alma. Su trompa de elefante denota tanto el poder como el discernimiento. Con ella puede desarraigar un árbol y encontrar una aguja en un pajar. Posee dos colmillos, uno roto y el otro completo, para recordarnos que la vida viene en pares de opuestos. Sin embargo, él sabe que una conciencia iluminada significa ir más allá de los opuestos: bien y mal, luz y sombra, lo sagrado y lo profano. Tiene un estómago voluminoso porque asume los problemas de cada quien y creativamente los "digiere". Por lo general, luce una serpiente a modo de cinturón, manifestación simbólica de que tiene subyugado al ego. Con cada una de sus cuatro manos sostiene, respectivamente, una cuerda para escalar el árbol del conocimiento, un hacha para destruir la ignorancia, un libro con la sagrada sabiduría ( los Vedas ), y el fruto del conocimiento. Una de sus patas está en el suelo y la otra está en el aire, porque él está en este mundo y fuera de él, en forma inminente y trascendente, aquí y allá, sujeto al tiempo y liberado del tiempo, todo a la misma vez. Es frecuente ver a sus pies a un ratón, lo que nos recuerda que aún en la conciencia más elevada, el deseo puede resultar una tentación. De pie, a su lado, están dos diosas. Siddhi es la primera. Representa los poderes supranormales. La otra es Riddhi que representa el dominio sobre las fuerzas y los elementos de la naturaleza. Todos y cada uno de los Dioses del panteón, al modo de Ganesha, representan los variados elementos y fuerzas que subyacen embrionariamente en cada uno de nosotros. Observad a Ganesha. Imitadlo. Cultivad en vuestro interior las cualidades de la conciencia que él representa y os convertiréis en el removedor de todos los obstáculos, en el Señor del Conocimiento, teniendo por aliadas a las hermosas diosas Siddhi y Riddhi. En ese momento seréis un superhéroe.

martes, 17 de abril de 2012

Tomar decisiones

Vivis en pareja, tenés hijos, ocurren grandes tensiones, te separás.

A partir de allí creés que todo va a mejorar y en cierto aspecto así es, reducís la vivencia de las tensiones, se las ahorrás a tu hijos. Pero comenzás una escalada compleja y delicada. No te entendias viviendo bajo el mismo techo, no vas a entenderte viviendo a cuadras de distancia.

En el mejor de los casos las cosas se reparten mas o menos equitativamente, en lo económico y en lo logístico. En el peor de los casos pasás a ser el eje que afronta la mayor parte, en ambos aspectos.

Tenés que procurar ganar mas de lo que deberias si las cosas estuvieran repartidas, tenés que estar en los detalles que el otro no registra para la mas armoniosa crianza y quizás, en algun momento debas acotar tus recreos para soportar los gastos fijos que implican criar dos hermosuras.

Quizas debas renunciar a tu terapia, no lo harias con la de tu hijo, el recorte no empezará nunca por alli, y asi seguirán sumándose cosas, como consecuencia de los no puedo afrontarlo yo, tuve una semana muy complicada o es lo que hay; del otro lado.

Lo hacés por tus hijos pero te afirmás en la aseveración de que lo hacés de corazón y no para echárselo en cara dentro de unos años.

Así son las cosas, asi se vive al crecer a consciencia, sentándote a tomar un café en la mesa de algun bar, para tomar decisiones.

miércoles, 11 de abril de 2012

No hay edad para aprender sobre la autoasistencia

Mi hijo va una vez por semana a ver a una terapeuta que lo está asistiendo para que aprenda los recursos que necesita para no angustiarse tanto en la vida.

Y yo voy cada tanto a tener sesiones de actualización y supervisión. Encuentros en donde sigo aprendiendo. Soy psiquiatra y sin embargo aun tengo tanto por aprender.

Yo creia saber como las personas ansiosas de adultas llegaron a esa instancia, y con mi hijo estoy descubriendo sobre todas las áreas y aspectos en los que se puede trabajar desde muy temprana edad, para ahorrarle a ese futuro adulto, tanta angustia y frustración.

Adultos que llegan a esa etapa de su vida diciendo que no tienen capacidad para prestar atención a algo por mucho tiempo, adultos que ingieren un almuerzo/cena en 3 minutos. Adultos que sienten que siempre tienen que ganar o ser los mejores en algo, que muchas veces no notan que su contrincante se los va a llevar por delante, y por eso se exponen a desafios que les quedan grandes.

Porque para aprender hay que prestar atención y profundizar, algo que no es posible hacer si uno esta pivoteando de una cosa a la otra.

Porque ganar o perder son convenciones siendo que en realidad lo importante es participar, vivirlo, disfrutarlo e incorporarlo.

Miro a mi hijo evolucionar en su terapia y me maravillo en la fortuna que tiene por esta oportunidad de estar siendo asistido desde tan pequeño. Desatando nudos chiquitos, que aun no se han enmarañado. Para aprender a no llegar a la maraña, para darse cuenta que sucede algo y que lo mejor será resolverlo lo antes posible; con sus recursos alimentados, nutridos y mimados.