Ella cuenta todas las vicisitudes por las que atravezó para quedar embarazada. Estudios y tratamientos fueron eje, no lo dice ella pero una puede imaginar que seria lógico, de los últimos años.
A veces la ciencia te dice que no, y a veces las limitaciones, económicas o de ideologia te acotan explorar la maternidad a través de una sola modalidad, la adopción.
Dispuestos a iniciar ese proceso, ella y su marido, inician prolijamente los trámites en Argentina. Pasados los años y tras frustrarse en reiteradas oportunidades, deciden iniciar un nuevo proceso de adopción en el extranjero.
Dias atrás la llaman desde un juzgado, una mujer al otro lado de la línea le dice que hay una niña para adoptar y que ella es la que tiene prioridad a nivel nacional, pero una sola cosa haría esa posibilidad incompatible, tener otro trámite en el exterior iniciado; lo dice la justicia Argentina.
Parece que en eso es clara, la justicia; la señora del juzgado también.
Ella, quien relata la historia, cuenta cuanto ha llorado por haber tenido que atravezar por esa prueba, habia una nena posible de ser adoptada pero no pudo ser, hay dos niños en el extranjero esperando ser adoptados pero aun no se ha puesto la última firma en la papeleta.
Así fue como una tarde, luego de años de sostener la ya enflaquecida esperanza de adoptar legalmente un niño, te llama una completa desconocida para hablarte amablemente sobre las "bondades" del sistema.
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1 comentario:
Nunca lo voy a entender eso; nunca. Mientras tanto los niños, criandose sin una familia, bien gracias; no? Burocratas de m...
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