miércoles, 8 de febrero de 2012

El agujero no siempre se ve

Mi abuela tenia una mesa de madera, con extremos obalados y que se abria por el medio para ampliar su tamaño.

Los fines de semana solía "estirarse" para recibir a sus hermanas y hermano para el poker con té.

Luego de fallecer fue heredada por mi hermana.

Un dia alguien consideró que la mesa era muy grande y madre llamó a un carpintero para achicarla. Este hizo lo propio, la serruchó en ambos extremos, pero sin tener en cuenta que su forma oval tendria una razón de ser.

Asi fue como a partir de ese dia cuando mi hermana queria ampliarla por la presencia de comenzales extras, tenia que poner dos paneras sobre los agujeros que quedaban gracias a la ineptitud del carpintero y para que nadie apoyara cosas alli.

Dias atrás le hablé a madre sobre lo grande que me resultaba la mesa que tengo en casa; se ofreció a traerme un carpintero.

No pude mas que mirarla tiernamente y en silencio, luego ambas, lo rompimos a carcajadas.

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