Y un dia, un ser querido lleva adelante una acción que te resulta dolorosa y te hace sentir defraudada.
Y durante los primeros largos y posteriores meses te parece que lo que necesitas es que esa persona reconozca la cagada que se mandó.
Y un dia llega ese dia en que esa persona, que no daba indicios de reconocimientos, te invita a tomar un café y finalmente reconoce lo que hizo y te pide perdón.
Y durante los primeros minutos de verla y escucharla hablar de algo que podia parecer necesario, sanador y resolvedor, descubris que eso solo pertenecia a tu fantasia.
Y un dia, mas luego, haciendo un trabajo terapéutico desarrollando tu aspecto del "resentimiento" comprendés que lo que ese hecho te produjo, mas allá de que hubieras preferido que no sucediera es; la puesta en evidencia de tu vulnerabilidad.
Vos creias implicitamente que compartias un código -para vos muy valioso- con esa persona, y la realidad te mostró que no:
- yo habia visto que esta persona tenia esa misma actitud con muchos de sus otros vinculos, pero imaginé que en el caso del nuestro, por lo intimo, fluido y la buena comunicación reinante, no podria nunca llegar a suceder. Veo que tiendo a suplir eso que veo que no tiene el otro y hago yo la completud. Lo que sucede en realidad es que estoy enojada y defraudada conmigo misma, yo habia visto la señal pero no la habia llevado al plano de lo consciente. Senti que esa persona no me cuidó. Yo tampoco me cuidé. Y ahora perdi la confianza, es como si hubiera perdido la motivación, ahora no tengo ganas...
- escucha bien querida jimena, eso de lo que vos estás hablando se llama negación...(dijo, entre otras cosas, mi terapéuta)
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