Todos tenemos nuestros maestros guías.
Algunos aún no hacen contacto con ellos, otros lo hacen pero necesitando ponerles un nombre específico, ya sea ángeles ó seres elementales; otros, sin importar mucho el nombre que tengan, los ven, otros los oyen, otros los sienten.
Los míos, tienen el olor de una fogata de sándalo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario