domingo, 11 de julio de 2010

Había una vez

Habia una vez una familia feliz, eh, no, queria decir, hay quienes se separan por existir mucho enojo acumulado intoxicando la relación.

Pero no por falta o merma del amor.

Y, lo que sucede con el correr del tiempo, es que ese enojo tiende a ir diluyéndose, y esa frustración, y a veces impotencia porque el otro no cambie como nosotros queremos, y en pos del vínculo, tambien.

Y luego sucede que es en los momentos donde disminuye ese enojo, en donde esos "quienes" vuelven a sentirse mas cercanos y a preguntarse una vez mas sin resignarse, será posible que no podamos estar juntos?, la historia que nos unia era tan fuerte, tan intensa!.

La historia merecería un nuevo intento? o es alli en ese punto cuando tendriamos que conscientemente aceptar, que esa relacion ya no será?, porque ya no tenemos la capacidad de aceptar al otro como es, sino que queremos que sea como necesitamos que sea.

2 comentarios:

Una dijo...

Es taaaaan complicado.
Pero ojo, lo que no sobran en esta vida son historias fuertes, intensas y si es necesario darle mil oportunidades para que revivan, que sea!

Maisa dijo...

Ehhhh.... me resulta conocido.