La fórmula

Ayer fui a la entrega de informes del jardín. Me siento liliputiense en esa sala, todos midiendo un metro setenta plus y sentados en ronda con sillitas minúsculas. Las madres me decían, vos sos la mamá de Nico/Lucía?... eeh, si… aaaah, es que yo quería invitarlos a jugar a casa!!. Son muy re-queridos esos niños.

Se habló sobre un niño que golpea al resto, sobre otro que aún no sabe contar hasta diez, sobre otro que … en definitiva no había nada que acotar, las maestras decían, Nico y Lucía son un encanto y están más que bien, cuál es tu secreto?

Secreto?, ninguno, ellos tienen su esencia, yo sólo procuro estar con ellos cuando estoy con ellos. Soy algo obsesiva de la crianza cercana y de explorar lo lúdico todo lo que pueda ser explorado.

Por supuesto que hago lo que todo padre hace ocupándose de que no les falte nada, de bañarlos, cambiarlos, etc, etc… bailamos, pintamos, armamos historias, leemos cuentos, cocinamos, jugamos con masa, conversamos preguntándonos como estuvo nuestro día y noticias que tengamos ganas de contarnos, en algún momento miramos tv juntos… no hay secreto en nada de todo eso… vivimos momentos compartidos espontanea y naturalmente.

Aah, y disfrutamos horrores de cantar y nada, ni siquiera lo bizarro, nos inhibe cuando vuelvo de trabajar.



Aviso 1: el camarógrafo tiene signos incipientes de parkinson.
Aviso 2: a juzgar por los resultados, mi terapia está haciéndome muy bien
Aviso 3: el corte de flequillo rolinga de Lucía fue cortesía de su progenitor, el que en vez de llevarla a la peluquería como le pedí, decidió hacerse el Giordano.