viernes, 26 de agosto de 2011

Terapia al paso

Recién, caminando hacia mi casa paso a una mujer elegante, de unos 50 años, que me mira y dice:

- se murió mi hermana (con lágrimas en los ojos), y ese que pasó recién era mi sobrino,
- uuuuh, cuanto lo siento, mirá, yo estoy muy resfriada, aca tengo pañuelitos de papel, si querés...
- gracias, perdoná mi interrupción, es que era como mi mejor amiga, a esta edad esa complicidad es tan dificil de lograr,
- no tengo nada que perdonar, no te preocupes, y eso pasó hace mucho?,
- hace 6 meses, yo he llevdo siempre muy feliz mi vida, pero esto, no puedo ...
- tranqui, tranqui, 6 meses no es nada, llorá todo lo que necesites, y segui caminando y pensando en todas esas cosas lindas que recordás de tu hermana...yo tengo que ir para ese otro lado, ves? (la miré con una semisonrisa y agregué) todo pasa, me dijeron una vez hace mucho tiempo...
- gracias, y perdón por...
- te repito...no hay nada que perdonar...no de mi parte...

Y asi doblé por 11 de septiembre; vos podés creer que delante mio caminaba una señora que llevaba una bolsa con el dibujo de un elefante?

Debe haber mucha gente angustiada en este mundo, y a mi siempre me gustó ser útil.

Lo que aun no he logrado aprender es que el relato de algo doloroso, aunque provenga de un desconocido, no toque mi fibra sensible.

No hay comentarios: