Gatúbela

Supe tener dos gatas. Una blanca -maniaca- y una tricolor -con complejo de ser humano-. Cuando hacian algo que no estaba bien yo les daba una palmadita en el hocico Hecho que les hacia aflorar la furia representada en un identico instinto felinezco.

Quienes hayan tenido gatos sabran que pocas cosas les molestan mas, que un ser humano impidiéndoles acceder al algo.

Por eso en esas ocasiones se parecian bastante, ponian los ojos achinados, redirigian las orejas hacia atras como un par de conos achatados sobre la cabeza, se agachaban en posición pronta a saltar y comenzaban su batalla conquistadora estirando una patita delantera, al mismo tiempo que ejrecian torpes manotazos circulares con el fin de obtener su objeto deseado.

Bien, a veces siento que cuando algo no me gusta, me comporto igual.