Acontecimiento

Ayer fui con los enanos a ver un recital de Fabiana Cantilo al teatro. Ellos conocían sus canciones de escucharla cuando la reproduzco en el auto, ya se sabían algunas letras de memoria y estaban super emocionados con la idea de ir a ver un “concierto” en vivo (!!).

Me gusta mucho llevarlos a experiemntar diferentes vivencias, que cultiven, todo es cultura, una cumbia, un concierto de rock, uno de música clásica, el teatro, el cine, eventos deportivos, museos, plazas para jugar, pintar con témpera y enchastrarse (esto me cuesta bastante pero lo logro!).

Lucía estaba como poseída mirando a Fabiana y tratando de imitarla; revoleaba la cabeza, movía los brazos, saltaba, se reía… gritaba Diosa! conmigo. Nico hacía la mímica de tocar la guitarra y sentado arriba mío se movía al ritmo de la melodía.

Que placer es estar presente en la crianza, cuidar, acompañar, enseñar y contener libre y amorosamente. Que placer da comprobar que no se trata de estar en pareja y seguir siendo una familia tradicional o estar separados y ser una familia de las “modernas” sino, tener una mirada que va más allá.

Las improntas de la infancia las determinan sucesos ó circunstancias mucho más complejas. Y las de la adultez la no negación de nuestras actitudes. En lo personal si tuviera que hacer una autocrítica diría que cometí el error de creer que sustituir podría sostener la estructura.

Bitacora experimental de domingo 25 de septiembre: Quiero conformar un nuevo nido, que no implique sustitución, que sea libre y condimentado de acompañamiento y de amor mutuo. Registro y contacto, ese será el desafío.