Vivimos inmersos en la costumbre de postergar cosas; en ese contexto la pasada de factura a posteriori lleva la delantera.
El mundo dinámico en el que estamos inmersos nos distrae y nos muestra como importante cosas que podrian inclusive ser instarscendentes.
La emergencia supera a la urgencia y en ese sentido creemos que siempre tendremos oportunidad de aclarar a futuro nuestra posición sobre un tema o lo que es peor aun, estamos convencidos de que ese stand by en la expresión de lo que nos produjo algo, no tendrá un costo personal.
Todo tiene un costo, hablamos de facturas, aunque no se trate de las de monotributo.
En lo que a mi respecta, he iniciado un camino que me está enseñando a mantener lo más al día posible "el debe y el haber".
Todas nuestras acciones tienen un costo, es parte de vivir, lo saludable es, más allá de comprenderlo, no congelarse por ello y afrontar lo que nos toca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Que lindo lo que escribiste,a mí,mi cuerpo me esta pasando factura desde hace un par de meses.Puedo intentar hacerme la distraida con las cosas que tengo que afrontar o resolver,pero no hacerlo de una u otra forma tiene un costo.
Saludos.
Publicar un comentario