Me despierto a las 8hs am tras sentir la lambida en mi cara de la gatita. Pensé, Perón, Perón, sos el primer trabajador y también me dije hacia mis adentros, mejor me levanto y luego veo si me dan ganas de siesta.
Domingo lluvioso.
Existirá algún día la posibilidad de que la gatita deje de maullar en la cocina reclamando su desayuno todas las mañanas?, como no me había quedado comida fresca, seguí el consejo de Besha, “a mi gato le gusta el Casancrem”.
Luego me dispuse a preparar las viandas de los niños para mañana. Hay algo más lindo que hacerlo dentro de recipientes de marca Tupper de a deberas?.
Mas tarde llegó mi desayuno, ahora que tengo una cafetera espress no le envideo el café a ningún bar.
Domingo lluvioso.
Café, jugo de naranja recién exprimido, tostadas recién preparadas y nunca pasadas!, la ADN del viernes. Miro por la ventana los movimientos de los árboles, ni por casualidad se me ocurre asomar la nariz hacia el exterior.
Pierdo el foco del paisaje, me doy cuenta que estoy por tener una reflexión, apenas si identifico el sonido del ronroneo de la gatita sobre mi falda, ahí viene, el pensamiento:
- me siento bien, me siento muy bien con mi realidad actual, estoy donde quiero estar, se van produciendo algunos logros deseados, reconozco mis dolores y los dejo ser, ya no siento desolación, ya comprendo y a partir de allí he dejado de necesitar inclusive el perdón, tengo la consciencia tranquila…estoy en armonía… estoy en armonía.
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