sábado, 6 de agosto de 2011

Escucha

Escucha esto querida Jimena, sonaban las palabras de mi terapeuta, "cuando llegás a comprender, ya no necesitás perdonar".

Y así partí de ese lugar de encuentro terapéutico, en estado libelular; y vaya a saber uno por esas cosas de la vida recordé que una vez cierto ser me habia dicho, que le habían hecho algo muy feo, y que no sabía decir en ese momento si eso había ocasionado un daño irreversible.

Y yo creía comprender, y en realidad no comprendía.

Cómo podía ser posible que uno amara incondicionalmente a alguien y que ese alguien nos defraudara produciéndonos un dolor profundo? (pregunta entre naif y precaria)

El amor no lo es todo, la voluntad tampoco; el tiempo me va demostrando que lo que mas podría acercarse al todo es la integración total, o sea, la aceptación del otro con todos sus aspectos.

Aceptación que no quita el hecho de que uno además ejercitara cotidianamente poder expresar aquello que no nos gusta del otro pero al mismo tiempo confirmando que con "eso" y todo, lo elegimos.

Cómo vuelve uno a brindarse a ese afecto luego de haberse sentido herido, defraudado?, es un hecho de esas características el final de -al menos-, una forma determinada de dinámica en un vínculo?

2 comentarios:

Patricia dijo...

Me quedo con tu pregunta entre naif y precaria porque yo todavia despues de muchos años no le he encontrado respuesta.
Un pasar por aquí´.
Cariños...

Jime dijo...

sucede Oriana, conocemos mas preguntas que respuestas.
:)