Siempre hay una primera vez

Hace unos días choqué por primera vez. No, no, no te asustes, fue a 20 km/h, le dí un toquecito al auto que estaba adelante y paró por el semáforo. Como ví luz amarilla especulé con que él seguiría pero no, decidió parar y en lugar de hacerlo con el freno lo hizo haciendo rebajes con los cambios, so, no ví una luz de freno que me alertara.

El Sr. se bajó furioso, agarrándose la cabeza y diciendo que su auto tenía menos de 3000km, yo miré mi marcador, el mío tiene 1600 pero no se lo dije, admití mi culpa y luego de ver que su auto blanco había quedado con puntitos colorados, algo que parece ser que sale con autopolish -o como se lo llame-, se subió a su vehículo y marchose raudamente.

Yo me hice a un costado, un poco para ver si había roto algo, en realidad eso poco me importaba y otro poco para bajarme, dar unos pasos y cambiar la extraña sensación, algo desagradable, que me había quedado.

Iba con niños y madre.

Me subí nuevamente para seguir conduciendo hasta destino, lugar donde almorzaríamos y Lucía, enana increible, en medio del silencio sepulcral que había se puso a cantar “Navidad, navidad, dulce navidad…"