Ayer en mi clase de teatro hicimos unos ejercicios de "confianza".
Como te lo explico para ser gráfica?, en uno te convertias como en esos muñecos inflables con base pesada, que no se caen aunque los empujes. Rodeada de compañeros y con los ojos cerrados te dejabas dar pequeños empujoncitos en los hombros, dejándote caer y contener por sus manos.
En otro vas corriendo y con un salto haces la simulación de piletazo de cabeza y sos sostenida por tus compañeros, una suerte de salto al vacio con los ojos abiertos.
Lo que me llevó a pensar en lo acostumbrados que estamos cotidianamente a desconfiar del resto del universo, y lo poco acostumbrados a dejarnos fluir y confiar en que otro ser nos contenga.
Por otro lado hoy tomé mi primer clase de spinning, algo con un nivel de complejidad mayor del que imaginaba. En determinado momento cerré los ojos y comencé a prestar atención a la música ambiental, generadora de psicosis colectiva, por el ritmo y volumen.
Minutos mas tarde imaginé que estaba andando en bicicleta por una pradera apta para propaganda de afjp.
Bitacora experimental: dejarse llevar fisica y mentalmente es poderoso.
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4 comentarios:
En mi caso el ejercicio sería exactamente el opuesto: tirarme de cabeza y que me demuestren que siempre corro el riesgo de que se corran para no sostenerme.
Dicho de otro modo: peco de confiada.
;)
pecadora
yo no te confío así como así
ya lo creo mi querida leonina... se de lo que habla ;)
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