Lucía vino a este mundo a ser mi karma, lo sé, sus dudas existenciales lo ponen en evidencia. Ayer la llevaba en el auto a una interconsulta con un medico y ella iniciaba un diálogo:
- mami?
- que amore?
- no entiendo como la gente que está lastimada y tiene que usar una sillita con ruedas hace pis en un inodoro que no tiene ruedas
- no Luli, el inodoro no necesita tener ruedas también, esa gente se agarra de unas barandas (y acá mi amigas M&M se van a recagar de risa por una anécdota que vivimos), que están alrededor del inodoro, se acomodan y hacen pis tranquilos, por eso los baños para esas personas, que se llaman discapacitados, son lugares grandes, para que puedan moverse cómodamente.
- pero mami, cómo sabés eso, lo leíste? (y aquí viene la parte escudriñadora, la pequeña ha observado que su hermano aprendió a leer y es a través de la lectura, que él ha accedido al mundo del saber)
- mmmh, bueno, sí, lo leí y lo aprendí, también me lo contó mi mamá
- claro, tu mamá sabe muchas más cosas que vos… (y se quedó en silencio mirando por su ventanilla)
El silencio de Lucía no es un silencio vacío, sino uno lleno de pensamientos encontrados.
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