Llego a casa, Nico mira un partido de futbol, no importa ya quienes jueguen, sino que haya al menos 20 jugadores corriendo una pelota, lo habré perdido para siempre?.
Lucia juega con madre a encontrar parejitas con las cartas. Ya están bañados y comidos, dirian las abuelas, y apenas perciben mi llegada; señal de que está todo bien.
La gatita duerme enroscada encima de madre, imagen sin precedentes.
Anduve todo el dia peinada con una larga trenza, la desarmo, el pelo queda erizado, me transformo de un segundo al otro en una leona.
Melena erizada de leona.
Vivo el armonioso ecosistema que se respira en mi hogar, siento felicidad.
Recuerdo que hasta hacia instantes habia estado en una reunión en la que debia preocupar la politica sanitaria, pero no, me doy cuenta que es un bluff.
Todos se excusaban en "cuestiones" legales, intercambiaban tarjetas, alguno sonreía y en tono canchero llamaba a su interlocutor por otro nombre.
Me pregunto, mientras participo de esa reunión, cómo será el ecosistema de aquellas personas al llegar a su hogar?
Vuelvo a recordar la felicidad del mio y una frase recientemente escuchada: uno no valora lo que tiene hasta que deja de tenerlo.
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