Según un diccionario: “…// También se refiere a la habilidad de reconocer los signos de la notación musical representados en una partitura”.
Ayer en el grupo terapéutico se trató como tema “el enojo”, sensación poderosa, si las hay. Nadie levantó la mano para exponer por lo que decidí rápidamente hacerlo yo.
Independientemente del motivo o el momento evocado, una última discusión o misceláneos, la verdad es que me resultó muy enriquecedor poder observar a consciencia cuál es mi mecanismo de acción frente a esas circunstancias.
Del trabajo realizado y todavía no procesadas me quedaron algunas ideas resonando:
- es necesario ejercitarse en hacer la descarga, aunque no sea en el momento ni con la persona que nos la genera
- cuando no hacemos la descarga promovemos las condiciones para poner en marcha el resentimiento
- busco que el otro sufra cuando no puedo absorver mi propio dolor, de allí que lo proyecto, pero paradójicamente no logro expulsarlo
- cuanto más autoafirmado se enceuntre uno, más podrá despegarlo del enjuiciamiento y la descalificación hacia el otro
- todo cambia si jerarquizamos la resolución del conflicto
- cuando el dolor explota o implota daña al vínculo
- expresar un desacuerdo puede generar una turbulencia transitoria, pero en ese caso no deja secuelas
Se trata de Solfear… no sólo está la letra sino que también está la melodía.
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1 comentario:
Que bueno que te puedas quedar pensando o reflexionando lo hablado en el grupo y que después lo vuelques al papel para tenerlo a mano. Y yo sin ir a ningun grupo reconozco como ciertas varias cosas de las que decís.
Espero que me sirvan.
Gracias.
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