domingo, 16 de mayo de 2010

Del ñoqui a la vida

Cambié una vez más los muebles del living de lugar, mi madre dice que estoy en proceso de algo, bueno sería saber que será “algo”, palabra con significado amplio, si las hay. Desayuné temprano y me dirigí al barrio chino, allí me encontraría con un atado de cebolla de verdeo y champigñones frescos, pero en lugar de eso el destino quiso que lo hiciera con una mujer joven y desesperada, en la puerta de uno de los locales llamando por su celular a una ambulancia porque había alguien que estaba teniendo un “infarto”… mierrrrda!!, pensé, por qué mierrrrda estudié esa carrera de mierrrrda??, ahora me encuentro en el dilema de querer seguir con mi armonía de sábado y no puedo porque alguien podría realmente estar muriéndose!!!, no soy Teresa de Calcuta, me tomé un minuto para pensar, una vez que te presentaste ante los testigos de la emergencia, te compraste un boleto de ida y nunca sabés hacia donde.

Fui al local, mierrrda, vocación y consciencia de mierrrda, ambas tomaron el completo dominio sobre mis piernas y allí me hallaba, la mujer estaba recostada en el piso… me presento, llamaron al same?, está en marte pero con los ojos abiertos, tiene pulso y es estable, maniobras que considero adecuadas, no, no le den coca-cola, no, no le mojen los labios con agua, no, no la sienten, por favor, dejen de abanicar, circulen, circulen, si oficial, soy médica… si, mi nombre completo es… por fin llegó la ambulancia!. Adiós M, en el hospital te van a hacer unos estudios, quedate tranquila que vas a estar bien. Creemos que es reconfortante escuchar eso, y debe serlo, lo repetimos hasta el cansancio.

Hice tarde de edredón en el sillón y película pirata, para sacarme de allí con el fresquete de afuera hubieras tenido que drogarme.

Recordé haber divisado un cd de Los Abuelos de la Nada, donde está el equipo de música?, ah!, cierto que cambié todo de lugar!. No, no te enamores nunca…



Comencé mi terapia culinaria, primero el pebete, de lo que sea, de ricota, de papa, de puré instantáneo, un huevo, sal y harina y dale con ganas que el engrudo va tomando forma



Luego choricitos de masa y con el cosito de madera con ranuritas o en su defecto un tenedor



Una vez que esos elementos amorfos se asemejan a un ñoqui, los cocinás y paralelamente te inventás una salsa –que estuvo a cargo de Besha-, yo tomé los ingredientes/consejos que me dieron en FB, la idea es que te animes a mezclar, probar y crear!



Por último, te entregás al placer



Mientras amaso recapitulo sobre lo que fue mi día, medito, recuerdo haber leído libros refiriéndose al arte de tiro con arco, al arte de amar, al arte de… y comprendo finalmente que hay que levantar aún más la apuesta, el arte por excelencia es el de… vivir!.

5 comentarios:

Daniel Os dijo...

¡¡¡Exactamente eso!!! Si uno sale a buscar verdeo y se encuentra con la oportunidad de prolongar una vida, es porque el destino no está en nuestras manos. Podemos planificar, pero nuestros planes son deseos intelectualizados.

Podemos alcanzar la postergada y deseada armonía, pero tal vez nos esperaba otra forma de plenitud.

Hay que entregarse... esos ñoquis demuestran que entre el deseo y su obtención se torció el camino, pero no el destino.

¡Tentador plato de destino!
D.

Maisa dijo...

Debo confesar que tengo un domingo fiacoso, por cuanto en lugar de comentar cada posteo, mi Reina, voy a decirte en dos palabras lo que siento lugar de leerte:

Mujer íntegra.

:)

Maisa dijo...

Fe de erratas: "luego de leerte"

Poli dijo...

Oh la lá... y se amasaron los ñoquis! Buenisimo.
Por lo demás, está muy bien, vos pensabas poner manos a la masa y mirá, hiciste bastante más! Y todo gracias a una salsita, no es poco, nono.

ylek dijo...

yo quiero !!!