Nebulosa

La luna de ayer estaba espléndida, no soy lunera, pero ayer me di el lujo de caminar y admirarla mientras vovlvía de darle una pequeña asistencia a mis amigas recien mudadas.

Las mudanzas son agotadoras, pero tienen su no se qué. Si, si, dejando de lado que una tenga que hacerla en malos términos, pero ellas, se mudaron a una casa mas grande, mas bonita, mas funcional y con un patiecito que dejará increibles anécdotas para contar de esos dos niños que están por cumplir un año.

Recuerdo mi última mudanza, el enano tenía apenas 9 meses y una semana más tarde nos enteramos de que estaba embarazada, luego del estrés de papeleo, pinturas y misceláneos, era todo felicidad, o al menos eso parecía.

Y ahora aquí estamos, donde había cuatro hay tres. Tres platos, tres vasos, tres juegos de cubiertos, tres toallones en el baño, tres pares de calzado a la entrada del departamento.

Dentro de poco se cumplirá un año del cambio numérico, que puta costumbre que tenémos de llevar la cuenta de todo. Pienso en todos los cambios que hubo este último tiempo y se me contractura la garganta.

Algo internamente me dice que habrá mas cambios, me conozco, no puedo quedarme quieta, aunque lo intente, no me sale, pero aún no sé de que se trata, aún tengo una imagen nebulosa en ese sector de mi mente.

Aún, es cuestión de tiempo.

Bitácora de vuelo, domingo 4 de octubre: las nebulosas son formaciones que se van generando a partir de la creación de una idea. A no ponerse ansiosos, ella va tomando forma y cuando considera que puede ser conocida, se posará delante de tu vista.