Haciéndole los honores a Fontanarrosa me recago en la reputísima madre que la remilparió a la ola de frío, hoy salí menos abrigada que lo que necesitaría vestir para un día de veranito de San Juan.
Lo que inevitablemente me llevó a desear -y concretar- almorzar una comida calórica -elevada a la enésima potencia-.
Mientras en mi imaginario se iban creando imágenes de cómo ese platillo se iba depositando, en el tejido adipocítico-celulítico de mi propiedad, sí, me pertenece, todo él.
Decía, eso, que mientras imaginaba la conquista del aro de cebolla por sobre mi anatomía corporal recordaba que hace un tiempo algo lejano tomaba unas muy saludables clases de Ashtanga Yoga.
Hoy por la tarde paso a ver los horarios de éste año sí, ó sí.
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6 comentarios:
jaaaa! típppico! me río de la angustia, eh? no vayas a creer que de superada... recién me terminé un plato de ravioles y 2 (sí, dosss) conitos Havanna. Ahora ya seguro que los digerí y está todo donde debe estar después de los 35: en la cadera...
para eso te mandé el dvd de José Ashtanga?!
Yo me compré: el batido para reemplazar las calorias, la tisana redutora, el snack 0%, las galletas de aire, el calzon con corset reductor, el corpiño idem, la crema anticeluliti...espero tender a la desaparicion como las ballenas de greenpeace, después te cuento si funciono!
todo bien con J. Ashtanga el problema es que no sale del saludo al sol y necesitamos pasar a un step two
Vero, ahí el problema fue el segundo conito, el segundo conito estaba totalmente de más!
NA! Dos conitos no.
Balanceá con un chocolate a la noche, alguna cosa rica para el desayuno del día siguiente pero embeber las cachas en grasa 100% Mc D, no hay derecho...
Si quemas calorias con el Ashtanga Yoga me pego un tiro.
pero si es re-power Dos!, no sabés lo que me hacen transpirar esas clases!
aunque dudo que compita con figurella
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