viernes, 31 de julio de 2009

Mono a comando

Se aflojó la base de la canilla monocomando de la cocina. Estuve todo el día intentando contactar a un plomero para que viniera a arreglarla antes de quedarme con la parte externa del comando en la mano y la inferior suelta a su libre albedrío inundando el bajo mesada.

Lograr que un plomero te atienda en lugar de su contestador es más dificil que ubicar a un médico en tiempos de pandemia.

Los niños se encontraban en casa de su padre, miré con odio la canilla, pensé, no puede ser tan complicado, y haciendo un juego de palabras me dije, pero si hasta un mono a comando debería poder arreglar esta cosa.

Saqué todo elemento que se encontraba en el bajo mesada, linterna y pinza pico de loro en mano me introduje en el receptáculo mientras sin buscarlo inventé una asana -tengo que recordarla para publicarla y hacerme famosa-, y 45´ más tarde el problema estaba resuelto.

Luego lloré.

Lloré desconsoladamente, obvio, no por la canilla.

4 comentarios:

Una dijo...

Ay qué linda...no me shore, arregle y no sólo la canilla, obvio.

Maga h dijo...

Genia Jime!!!! Claro, ese shanto es único.
Ahora y una vez mas el comando no es del mono sino tuyo!!

Besos

Memily dijo...

Boluda, shoro ahora mientras te leo. Besos que enjuagan lagrimas te mando, mierdacarajo, shanto.

Jime dijo...

Magah, el comando a veces se me va de las manos...

y si!, mierdacarajo! y que no decaiga!