“El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo".
Insisto, las casualidades no existen. Hoy me encontré en un negocio, o lo más justo sería decir que me encontraron, con una mujer, ahora tiene treinta y pocos, que hacía aproximadamente 10 años que no veía.
Me distancié de ella por conflictos con una familiar de ambas -directa de ella, política mía-, hecho criticado por algunos integrantes de mi familia al no poder comprender en aquél momento mis justificaciones para hacerlo y hoy, conversando con Carla, veo que la historia, la que yo padecí 10 años atrás, de algún modo se repitió con ella, obviamente hablamos de la misma familiar en común.
Coincidentemente también tiene relación con mi padre, el que cumpliría años esta semana. Los últimos diciembres me han deparado sorpresas inimaginables.
Debería ir acostumbrándome a esto.
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1 comentario:
Me estás convenciendo, cada vez más.
Y eso que para estas cosas me había convertido en una total incrédula...
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