Le compré mostacillas y tanza a Lucia para que comience a crear. Pulseras y collares serán en este momento, su nuevo horizonte.
Y para sumar desafíos a la experiencia, también le regalé una tijera porque -si no tengo tijera, ¿con qué voy a cortar el hilo cuando vos no estás mami?
Las mostacillas son bien coloridas y brillantes, de formas y dimensiones variadas, mientras que a Nico le regalé un dragón que viene desarmado dentro de una bolsa de un material que parece moco y un huevo tamaño los de avestruz.
- mami, que lindo eso que le regalaste a Luleta, yo también quiero hacerme una pulsera!
- bueno Niki, si ella te presta vos te hacés la tuya...
Hoy por la mañana ambos lucían sendas pulseras, mientras me acompañaban a la parada del colectivo.
No soy de esas madres que acostumbran decir esto es de nenas o aquello de varones sino que, me gusta en ese aspecto dejarlos ser.
Los veo tan decididos, a ambos, a elegir lo que les gusta sin dudar, que no se me ocurre orientar esas preferencias.
De hecho, como en este caso, me gusta por ejemplo que Nico explore el mundo de la sensibilidad y el no prejuicio.
¿Seré acaso una mala madre por ello?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario