Me alucina ver crecer a mis hijos!.
Ser espectadora y participante de la formación de su personalidad, del desarrollo en sus diferentes rasgos.
Ver que hay de mí en ellos, que del padre y que de ellos mismos. Como se van independizando y formando postura propia, a veces.
La mirada sostenida de Nico cuando se enoja, compitiendo conmigo en quien pierde por ser el primero en pestañear. Todo en forma implícita, obvio.
La mixtura rústica de la femeneidad amazónica de Luleta; mirate esa espalda, puede ser que sea la de una nena de tres años?
Cuanta potencialidad hay allí.
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femineidad
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