A le cuenta a B, B le cuenta a C, y le pide discreción para no dejar a A en evidencia -en realidad B quedaría en evidencia-.
C conoce el secreto de A. Pero C es una tumba y tiene la cualidad de poner su mejor cara de boluda cuando eventualmente alguien indague a A acerca de ese secreto tan celosamente guardado.
C sabe que lo importante es conocer la información, si le dan a elegir prefiere saber, aunque nunca vaya a poder exteriorizarla.
No poder contarla o escribirla no le quita el sueño. Cada uno tiene sus motivos por los cuales decide qué y a quién contar sus cosas.
C sabe que sus propias elecciones serán mejor -más ricamente- tomadas cuanto mayor conocimiento tenga de lo evidente, de lo aparente y de lo oculto. Ese conocimiento, entiéndase que no hablamos de chismes, le permite crecer.
De eso se trata, la vida.
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4 comentarios:
C es viva y no busca reconocimiento, por eso puede crecer.
A, pobre A.
B, una mierda.
a buen entendedor, pocas palabras
pero que percepción exquisita!
Jaaa! buenísimo. Concuerdo con Una, B es una mierda. Pero C y A podrían desenmascararla y ser excelentes amigas. Lo que pasa es que eso nunca sucederá porque A y C son buena leche (hay que eliminar de este planeta a las B, eh? son tóxicas).
curioso lo tuyo Vero... viste que siempre que existen estas triangulaciones pensamos en que se trata de mujeres exclusivamente?
a veces hay hombres invlucrados ... a veces
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