Lo bueno de saber que nos vamos a morir es que con esa certeza ya tenemos dos problemas resueltos:
- no es indispensable que nos ocupemos de que suceda, es un hecho que tarde o temprano ocurrirá
- cuando ocurra no nos preocuparán más las cosas de la vida, ya no serán un problema.
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5 comentarios:
Lo primero puede ser un consuelo para un suicida.
Lo segundo, un consuelo para quien no quiere morirse por temor a "qué pasará conmigo?".
Ya te dije, usás argumentos similares a los del genial Irvin Yalom...
Claro, ejem, no puedo tener amigas que no seas así de brillantes!
Besos de Besha!
En serio?... que llhaaaco eso!
esa certeza cada vez me jode un poco más
Uh, justo estoy en la misma. esa certeza me habilita para millones de cosas!!!
el problema no es la muerte sino la vejez me parece, por suerte somos jóvenes!
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