El mensaje

- Hola, ¿hablo con Patricia?
- Si, ¿quién habla?
- Mirá, te llamo por el mensaje que dejaste de los repuestos y…
- Aaah!, si, al fin se dignaron a llamarme, porque me tienen harta, ¿meeentendés?, requete harta!!, con las pelotas por el piso porque nunca hay nadie en ese lugar y ya me cansé de dejar mensajes y que nadie me responda meeentendés?!!,tienen un servicio al cliente del orto, como pocos!!!
- Eeeh, Patricia, ¿puedo interrumpirte?
- Interrumpirme??, no, que va, si me voy a desahogar todo lo que se me da la gana porque se tomaron su buen tiempo para responderme, ¿meeentendesss??

A esa altura apoyé el teléfono sobre la mesa mientras les preparaba la porción de postre a los niños en sendos platitos y ella seguía haciendo catársis

- Patricia, ¿puedo decirte algo?
- Queeeee, queeeessssloqueeemequeeeres decir!!!!
- Queria decirte de onda que es la tercera vez que dejás un mensaje en el teléfono de mi casa, que éste es un domicilio particular y que tu mensaje de los repuestos es mas que elocuente pero lamentablemente debes tener mal el número y se me ocurrió que ya era un buen momento para que te vayas enterando
- Aah, ooh, ¿que?, y yo te insulté a vos?, perdoname… gracias, voy a chequear el número

Que mal que está la gente, les das la posibilidad de hablar y ya no importa como ni a quien insultan, es tan grande la necesidad que tienen de descargar que los supera.

Me sentí tan identificada.